Conseguir que en la vivienda no haya infiltraciones de aire es un punto fundamental para llegar a unos altos ahorros energéticos en una vivienda pasiva. Una parte importante de las pérdidas energéticas se van por las juntas de las ventanas y puertas, encuentro entre paramentos, pasos de instalaciones, sistemas de ventilación…

El estándar pasivhaus establece un máximo de infiltraciones de aire en una vivienda de un volumen equivalente al 60% del aire total interior / hora. En una vivienda estándar de nueva construcción se llegan a niveles hasta 10 veces superior.

 

LÍNEA DE HERMETICIDAD

 

 

Al igual que el aislamiento térmico tiene que tener continuidad alrededor de la envolvente (línea amarilla), tiene que haber una línea de hermeticidad al aire continua (línea roja) que envuelva todo el espacio aclimatado interior. Podrían quedar fuera de esta línea espacios no aclimatados como garajes o salas de instalaciones.

 

MÉTODOS DE COMPROBACIÓN

 

El sistema para conocer con exactitud las infiltraciones de aire es el llamado test blower door. Consiste en un ventilador que se coloca en la puerta o en una ventana y que establece una diferencia de presión de aire de  50 pascales entre el interior y el exterior. Va a medir la cantidad de aire que se escapa por hora bajo estas condiciones (asimilables a un día de viento en el exterior, donde este ejerce presiones y subciones). El resultado debe de estar por debajo de las 0.6 renovaciones de aire por hora que hablábamos anteriormente.

Este test es imprescindible para la certificación de edificios passivhaus. Normalmente se realizan dos test en cada vivienda, uno durante la construcción para comprobar que todo funciona y solucionar las posibles fugas y otro al final, para certificar.

Este es un sistema estandarizado a nivel global, presente  en muchos países desde hace años. Se utilizaría el mismo sistema  tanto en pequeños como en grandes edificios, aumentando el número de número de ventiladores en función de los volúmenes de aire.

 

SISTEMAS DE HERMETICIDAD

 

Dependiendo del material del paramento, se establece un sistema de hermeticidad u otro. Materiales como el hormigón o enlucidos de yeso, son de por si barreras herméticas al aire. En esos casos solo es necesario aumentar la hermeticidad en los encuentros.

 

En construcciones de tipo ligero (entramado de madera), para garantizar la estanqueidad al aire se utilizan sistemas de cintas de sellado de juntas especiales de alta durabilidad y láminas de estanqueidad que regulan del paso de vapor.

 

PUNTOS A CONTROLAR

 

Los pasos de instalaciones que atraviesan la línea de hermeticidad tienen que estar bien sellados. Existen collarines específicos y cintas de altas prestaciones  y de gran durabilidad.

 

Las carpinterías son otro punto delicado. Para evitar las infiltraciones se utilizan cinta de sellado y juntas expansivas que no pierden elasticidad con el tiempo.

¡Nos vemos en el siguiente artículo el próximo viernes!. Esperamos que os fuera de interés. Para cualquier duda o curiosidad podéis contactar sin compromiso a  info@taipa.es / 695045655