Debido a la hermeticidad al aire que se consigue en las viviendas pasivas, se usan sistemas de renovación del aire mecánicos llamados recuperadores de calor, o sistemas de doble flujo.
Estos sistemas van a retirar el aire viciado del interior y sustituirlo por un aire nuevo tomado del exterior y, como su nombre indica, recuperan el calor del aire expulsado para dárselo al aire frio que entra (o a la inversa en verano).
Pueden controlar también la humedad (recuperadores con función entálpica) evitando que, en sitios muy húmedos, esta entre en la vivienda o evitando que, en climas secos, se pierda.
Son sistemas con una gran eficiencia que ronda el 85-95% y con un bajo consumo eléctrico.
Se crean 2 circuitos principales de aire dentro de la vivienda:
-Uno de retirada de aire, con bocas que normalmente se coloca en la cocina y en los baños.
-Uno de impulsión de aire nuevo, con bocas de entrada que se coloca en cada una de las demás dependencias vivideras. Dependiendo del tamaño del espacio a ventilar puede llevar una o más puntos de entrada de aire.
El balance total de aire de entrada y de salida en la vivienda tiene que ser el mismo para que no se produzcan diferencias de presión.
Existen tablas de caudales de ventilación recomendados por passivhaus (40m3/h en sala de estar, 30m3/h dormitorio doble, 20m3/h dormitorio simple…) que fijan los valores mínimos y máximos para una buena ventilación. De todas formas, cada caso tiene que ser estudiado.
Los sistemas distribución en la mayoría de los casos se colocan ocultos en los falsos techos. Para el caso de una vivienda, son tubos de distribución de pequeño diámetro que no van a ocupar gran espesor en el falso techo.
Hay dos sistemas de organización del sistema de distribución:
-En estrellar (como el de la foto) donde de una caja de distribución se derivan tuberías a cada una de las habitaciones. Este sistema utiliza diámetros mas pequeño y tiene un mejor control acústico.
-En cadena, donde hay un conducto principal con pequeñas ramificaciones a los distintos espacios. Este reduce el número de conductos a utilizar.
Las tuberías de distribución suelen ser redondas, aunque existen formatos rectangulares y achatados para aquellos casos en donde nos veamos más restringidos de espacio de paso.
Las rejillas de ventilación colocadas en los techos o en las paredes van a ser los únicos elementos visibles de todo este sistema.
Estas se dimensionarán en función al caudal de aire que tengan que dar, pudiendo distribuirse en varios puntos de difusión si fuera necesario por las dimensiones del espacio.
Existe un límite en la velocidad del aire que circula por los conductos para hacer estos sistemas silenciosos y prácticamente inapreciables. Es passivhaus establece una velocidad del aire en los espacios de 0.1m/s para que se den condiciones de confort.
Los usuarios, a través de un pequeño panel de control, van a poder regular el caudal de funcionamiento del sistema. Normalmente se establecen 4 velocidades a regular en función de la ocupación de la vivienda y del momento del día (apagado, normal, reducido e intenso).
Toda instalación a la hora de ser montada debe de ser calibrada in situ por la empresa instaladora para ajustar el correcto funcionamiento del sistema a la vivienda.
¡Nos vemos en el siguiente artículo el próximo viernes!. Esperamos que os fuera de interés. Encantados de responder a cualquier pregunta sin compromiso alguno. info@taipa.es / 695045655
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